¿Estás pensando en montar tu propia startup? Si la respuesta es «sí», «tal vez», «puede que lo haga» o simplemente «me interesa el tema» deberías familiarizarte con uno de los componente más básicos de su estructura: el board o si queremos castellanizar el término «la junta directiva».
En este terreno las startups dibujan de forma algo diferente su máximo órgano de dirección y como veremos a continuación, la entrada de business angels y capital riesgo configuran la estructura de una empresa, que puede escapar de las manos de su fundador si no sabe negociar adecuadamente la forma de entrada de dicho capital.
¿Qué es el «board» y cuáles son sus funciones?
En primer lugar es importante señalar que toda startup necesita un «board», al menos si quiere tener alguna oportunidad de sobrevivir en el mercado. En un primer momento es probable que el único miembro del «board» sea el propio fundador o fundadores de la compañía y que se mantenga esta composición hasta la entrada de capital semilla, business angels o capital riesgo.
La función del board, como en el caso de una junta directiva tradicional, es asesorar al CEO de la compañía a la hora de tomar decisiones estratégicas para la empresa, que en el caso de una startup incluyen algunas vitales como buscar financiación, plantear el exit de la compañía o pivotar el modelo de negocio.
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