¿Hasta que punto las empresas pueden tomar decisiones en función del uso que sus trabajadores hacen de las redes sociales? Esta es la pregunta que hoy se hacen en el Reino Unido después de que una trabajadora fuera despedida por comentar en Facebook que su trabajo «era aburrido»
Lo curioso del caso es que la trabajadora afectada, la señorita Swan, en ningún caso citó el nombre de la empresa en la que trabajaba ni el de ninguno de sus compañeros o de sus responsables en dicha organización.
Swan trabajaba como administrativo para Clanton, Essex, Ivell Marketing & Logistics. Un día, según relató la joven a la edición digital del Daily Telegraph, su jefe la hizo ir a su despacho. «Teniendo en cuenta sus comentarios en Facebook sobre su empleo y la compañía, consideramos que es mejor que, como no está contenta y no disfruta con su trabajo, su colaboración termine con efecto inmediato», le dijo.
La afectada asegura que sufrió una conmoción cuando recibió la noticia y protesta porque su despido lo hayan motivado unas declaraciones que ha hecho en su sitio privado de la red social y no cómo hace su trabajo o cómo se comporta en su puesto. Además, contó al medio británico que «ni siquiera puso el nombre de la compañía».
«Sencillamente escribí que mi trabajo era aburrido. La cuestión es que han sido indiscretos, pasando por encima de todo. Creo que es muy triste haber hecho algo tan mezquino les hace parecer estúpidos», se quejó Swan. «Era administrativo en una oficina y claro que en un primer momento me aburría pero sabía también que se iría volviendo más interesante», se justificó la joven. Por su parte, un portavoz de la compañía explicó al diario británico sencillamente que es «una pena que no funcionara porque ella es una chica encantadora».
