Mientras en España todavía nos estamos peleando con los problemas de DRM asociados a esa «fantástica» plataforma llama Libranda, en Amazon tienen claro que el futuro del libro electrónico pasa por ponérselo fácil a los usuarios. La nueva idea de este gigante del sector editorial pasa porque la tradicional idea de compra de un libro se vaya diluyendo en favor de un más realista alquiler, de modo que sólo acaben por comprarse libros de consulta o aquellos que queremos leer una y otra vez.
El nuevo sistema de alquiler es bastante flexible ya que permite que sean los propios usuarios los que decidan durante cuánto tiempo quieren disponer de su libro. Los plazos, según Amazon, van de 30 días a 365, aunque la compañía permite ampliar el plazo según quiera el usuario.
Con este sistema los usuarios pueden ajustar el alquiler al tiempo que necesiten en libro, optimizando su adquisición. Según Amazon, este sistema permitiría a los usuarios ahorrarse hasta un 80 por ciento respecto a la compra de los libros. El servicio ya está disponible y los libros del catálogo que permiten la opción del alquiler contarán con una pestaña específica para escoger la opción. Los usuarios solo tendrán que fijar el tiempo de alquiler para poder acceder al contenido.