Hace unos días os hablábamos de la HP Thinkjet, la primera impresora de inyección de tinta desarrollada por HP y que fue presentada en sociedad en 1984.
Sin embargo aunque la HP Thinkjet era un buen equipo para la época, lo cierto es que su alto precio lo convertía en un equipo destinado para grandes empresas que se podían permitir este lujo. Tenemos que esperar hasta 1988 para que HP presente el primer equipo de la famosa gama Deskjet.
«HP Deskjet Printer» parte de la base de la antigua Thinkjet, incorporando por supuesto, cuatro años de avances tecnológicos que la convierten en la primera impresora de inyección de tinta que se comercializa por debajo de los 1.000 euros. Entre otras cosas fue el primer equipo que permitía aplicar la inyección de tinta al papel continuo, consiguiendo entrar por la puerta grande de miles de empresas.
Este primer modelo triunfa realmente en 1993, cuando el volumen de impresoras vendidas permite a HP desarrollar economías de escala y por lo tanto rebajar el precio hasta los 365 dólares.
Una de las grandes innovaciones de la recién inaugurada gama HP Deskjet fue el desarrollo de cabezales muy baratos que por primera vez podían ser incorporados directamente en los cartuchos de tinta. Frente a la competencia que sólo ofrecía cabezales integrados en el equipo, la innovación de HP permitía alargar la vida del producto, reduciendo además el número de reparaciones e incidencias técnicas.
El que las empresas pudieran acceder a un producto de una tecnología muy superior a un precio inferior, supuso la sentencia de muerte de las viejas matriciales, que no tardaron demasiado tiempo en desaparecer de los catálogos de los fabricantes. Un año más tarde, en 1994, se presentaba la primera HP Deskjet en color y el resto, es historia.
