España no sólo es un país de pymes, sino que también aspira a serlo de emprendedores, de personas que apuestan por una idea de negocio innovadora y quieren marcar la diferencia. Ahora bien, tanto pymes como emprendedores van a tener que responder a una pregunta vital en su ciclo de vida como empresas: ¿Crecer o no crecer?
Es decir, ¿Es mejor seguir siendo un gran «actor local» o merece la pena plantearse el salto a algo más grande? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que tiene ese salto? Es lo que hoy nos explican en Tweak Your Biz. Veamos algunos de los pros y los contras de cada una de las dos opciones.
Pro: Más eficiencia y economías de escala
Una de las ventajas más claras de crecer es que podemos aprovecharnos de todos los beneficios que se derivan de las economías de escala. Cuanto más productos produzcamos, menor será el coste unitario. Además, automatizaremos procesos y en general toda la empresa debería ser más eficiente, reduciendo tanto el coste del producto como el tiempo que conlleva su producción.
Contra: Mayor inversión de capital
La primera y más obvia barrera que vamos a tener que salvar si queremos crecer, es que que vamos a tener que invertir más capital. Vamos a necesitar más recursos humanos y materiales que van a repercutir inmediatamente en las cuentas de nuestra empresa. Crecer puede significar que una empresa rentable o que de beneficios, deje de hacerlo a corto plazo.
Pro: Más puntos de venta y mayor exposición de marca
Parece evidente que cuantos más locales o puntos de venta tengamos, más facturación y presencia de marca generaremos. Sin entrar a discutir si esto se va a traducir en beneficios, lo cierto es que el «brand awareness» cada vez es más importante para poder destacar frente a nuestra competencia, por no hablar de que aunque vendamos on-line, una importante parte de los consumidores quieren seguir «probando» antes de comprar .
Contra: Más complejidad logística
Al crecer el número de puntos de venta, también crece la complejidad de nuestra cadena de suministro, además de los costes relativos a la logística y organización de inventario. En el caso de una pyme pequeña, el riesgo de perder el control sobre la cadena y sentirnos sobrepasados, es más real de lo que puede parecer en principio.
Pro: Más impacto en la comunidad y en la economía local
Uno de los beneficios más obvios que tiene crecer es que vamos a generar más puestos de trabajo. Más personas van a tener un salario y la comunidad se va a beneficiar de una actividad social y económica más activa. Se va a consumir más y nos vamos a beneficiar tanto directa como indirectamente.
Contra: Menos contacto con clientes y empleados
Cuanto más crezca nuestra empresa, más puntos de venta tengamos, más empleados, etc. menos atención podremos prestar a todos esos detalles que tanto cuidábamos antes: el trato personalizado a nuestros clientes, la relación estrecha con nuestros empleados, etc.
Pro: Más dinero
Es la principal ventaja de crecer. Si vendemos más y no nos equivocamos demasiado, ganaremos más. Por otro lado y si como hemos dicho en la oración anterior, no hacemos nada demasiado mal, una mayor inversión suele corresponder a un mayor retorno de la misma.
Contra: Pérdida del valor artesanal
Cuando producimos grandes cantidades de nuestro producto, suelen cambiar las técnicas y los procesos de producción y lo normal es que en el camino perdamos la capacidad de controlar ese toque artesanal que teníamos antes, en el que podíamos controlar cada uno de los aspectos que conformaban un gran producto. Esto no tiene por qué dejar de ser así, pero desde luego tendremos una dificultad añadida.
Al final la decisión de crecer o no hacerlo va a ser muy personal. Cada empresa tiene que elaborar su propia lista de pros y contras. Qué va a ganar por supuesto, pero también cuáles son los riesgos y qué va a perder seguramente por el camino.
