Tras la presión judicial a la que se le ha sometido en los últimos meses, Uber, la plataforma digital que pone en contacto a conductores sin licencia con pasajeros, ha anunciado que suspende temporalmente su actividad en España.
Esta decisión se tomado después de que un juez ordenara su cierre a raíz de una denuncia de la Asociación Madrileña del Taxi que acusa a la empresa estadounidense de competencia desleal. La prohibición cautelar que acordó el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, tomada a petición de la Asociación Madrileña del Taxi, buscaba evitar que aumente el daño inmediato que Uber está generando en la industria del taxi.
De hecho, tras conocerse el cese de la actividad, esta asociación ha celebrado que se haya ganado la primera batalla a la polémica plataforma, aunque ha advertido de que esta guerra va a ser larga y costosa.
Uber, creada en California en 2009 y valorada ya en 32.200 millones de euros, también ha sido prohibida en otros países como Francia y Bélgica. Pese a todo esto, la Comisión Europea tiene previsto decidir en 2015 si considera la contratación de vehículos a través del teléfono móvil que ofrece Uber como un servicio de transporte o como uno tecnológico, lo que podría cambiar la situación.