Para las empresas y autónomos que trabajen en ciertas actividades, como la logística o el transporte de pasajeros, el vehículo que utilicen se convierte en el activo más importante para su negocio. Tener un camión o una furgoneta de grandes dimensiones se les hace imprescindible para su día a día, pero su adquisición requiere un esfuerzo económico que no todos pueden permitirse.
