Una jornada laboral de cuatro días (70%), una política de desconexión (60%) y una guardería interna o subvencionada (32%), las más valoradas en materia de conciliación familiar. Los planes de formación y subvención de programas de estudio (97%), el incentivo de bienestar más apreciado
Una vez se asiente la llamada nueva normalidad tras la finalización de la crisis por el Covid-19, la modalidad full remote no será asumible de prolongar por la mayoría de las organizaciones. A partir de ese momento, ¿en qué otras políticas e incentivos deberían enfocarse las empresas para mantener a sus trabajadores motivados?
El informe “Smart Workplaces” realizado por Robert Walters, consultora especializada en búsqueda y selección de mandos intermedios y directivos, ha extraído los siguientes hallazgos de su reciente encuesta, realizada a empresas y profesionales de diferentes áreas y sectores en España, entre los cuales se incluyen los beneficios sociales más valorados por los empleados frente a los más ofrecidos por las organizaciones en la actualidad.
Incentivos y políticas para favorecer la conciliación
Las políticas de horario flexible y teletrabajo son consideradas muy importantes para el 77% y el 62% de los profesionales encuestados. Unos ratios mayoritariamente alineados con los modelos de flexibilidad horaria y las opciones de trabajo en remoto ofrecidos por las empresas encuestadas con un 68% y un 60%, respectivamente.
No obstante, existen otros incentivos más allá de estas medidas, que afirman los profesionales, pueden contribuirles a un mayor equilibrio entre su vida laboral y familiar. El 32% de los profesionales valora muy positivamente que la empresa disponga de guardería interna/externa y/o ayudas económicas a los empleados con hijos, pero tan sólo un reducido número de organizaciones, un 11%, ofrece este tipo de beneficio actualmente.
“Además de los beneficios habituales como un coche de empresa, un seguro médico y los tickets restaurant, las empresas deben considerar otro tipo de soluciones que ayuden a sus empleados a mejorar su bienestar y conciliación. Por ejemplo, la puesta en marcha de una política de desconexión ayudará al empleado a disfrutar y centrarse en su vida personal durante sus períodos vacacionales, tras su jornada laboral o durante los fines de semana”, expone Ignacio Hernández, Associate Director en Robert Walters.
La política de desconexión es valorada como muy importante por seis de cada 10 profesionales, mientras que solamente un 23% de las empresas encuestadas ha adoptado esta medida en su organización: el 23% ha aplicado esta política con el objetivo de que sus empleados no puedan conectarse con sus dispositivos durante el fin de semana o a partir de cierta hora del día entre semana; el 4% de las empresas desconecta la cuenta de correo electrónico del empleado durante sus vacaciones y un 8% impide que se realicen llamadas o envíen emails a sus empleados durante los fines de semana y a partir de cierta hora del día laborable.
Adicionalmente, organizaciones a nivel global han testeado e implantado con éxito la jornada laboral semanal de 4 días, reportándose un aumento de la productividad, motivación y creatividad de los empleados. De hecho, el 70% de los profesionales encuestados afirma que la posibilidad de acogerse a este tipo de política les ayudaría a conseguir un mayor rendimiento, conciliación y satisfacción en su trabajo. Sin embargo, únicamente un 10% de las organizaciones encuestadas ha considerado la posibilidad de establecer esta política.
Incentivos para mejorar el bienestar y crecimiento de los empleados
“Además de las modalidades de trabajo flexible y las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, es vital que las organizaciones ofrezcan incentivos dedicados a fomentar el crecimiento profesional, sentimiento de pertenencia y bienestar de su plantilla”, explica Ignacio.
El 97% de los empleados encuestados valora los planes de formación y subvención de programas de estudio como el incentivo más importante en materia de bienestar. En la actualidad, un 46% de las empresas encuestadas afirma contar con este tipo de beneficio para sus empleados.
“Las organizaciones deberían apoyar en la medida de lo posible a sus empleados a la hora de aprender nuevos idiomas, renovar sus conocimientos a través de cursos y másteres, aumentar su visión del negocio y capacidades de liderazgo a través de MBAs, y a formarse en nuevas tecnologías. A través de la financiación, subvención total o parcial de estos planes y de la creación de oportunidades formativas internas, impulsarán el desarrollo de sus mejores empleados así como atraerán a los profesionales con mayor potencial”, concluye Ignacio.
Por otro lado, si bien es cierto que la mayoría de las organizaciones realiza eventos internos con el fin de fomentar el trabajo en equipo y el sentimiento de pertenencia de sus empleados a través de comidas de equipo (44%), afterworks (20%), company days (25%) y/o actividades de team-building (36%), tan solo el 19% de las organizaciones promueve directamente un estilo de vida saludable a través de sus paquetes de beneficios.
Por último, el 26% de las empresas no ofrece ningún tipo de incentivo para promover el crecimiento profesional y bienestar de sus empleados, un porcentaje bastante significativo teniendo en cuenta la variedad de planes y actividades que los profesionales consideran relevantes para fomentar una cultura corporativa saludable, atractiva y positiva.