Robert I. Sutton se hizo internacionalmente conocido gracias a su libro «Estúpidos no, gracias», un best seller en el que desnudaba las miserias de muchos jefes en sus empresas, sobre «el daño que causan los jefes imbéciles en el trabajo». Como contrapartida, en «Buen jefe, mal jefe» apuesta por la otra cara de la moneda, es decir: cómo los mejores jefes crean un entorno de trabajo eficaz y humano.
Todos hemos sufrido en alguna ocasión las consecuencias de trabajar con un jefe inepto y todos coincidimos que la experiencia, salvo en contadísimas excepciones, ha sido desastrosa. La buena noticia es que aunque parezca mentira, se puede aprender a ser un buen jefe, o almenos, podemos mejorar como líderes dentro de nuestra organización.
Este el principal objetivo de la obra de Sutton: elaborar un manual que de forma sencilla, amena y práctica nos muestre todas las claves que necesitamos conocer para mejorar nuestra gestión. Para ello, no sólo nos invita a aprender de los logros y aciertos de los grandes líderes empresariales que todos conocemos, sino sobre todo (y tal vez aún más útil), a descubrir todo aquello que no tenemos que hacer.
Y es que el axioma es sencillo: aprender de los peores también tiene su recompensa. De esta forma, seguir las indicaciones del libro de Sutton, nos llevará a recorrer el camino que nos lleva de estúpidos a buenos jefes. ¿Cómo lo hace? Para el autor de «Buen jefe, mal jefe» debemos seguir los siguientes axiomas: tomar las riendas, intentar ser el mejor, diferenciar a sus empleados, vincular palabras y acciones, hacer de escudo humano, no esquivar el trabajo sucio y sobre todo, acallar al jefe estúpido que todos llevamos dentro.
