El número de trabajadores autónomos en España ha aumentado en 63.099 entre enero y septiembre de 2014. El primer día del año había inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) 3.051.795 personas frente a los 3.114.894 de finales de septiembre. Desde el comienzo de la crisis es la segunda vez que se produce un incremento del número de trabajadores por cuenta propia.
Estas cifras ponen de manifiesto que la situación económica ha obligado a que a buena parte de la población no le quede otra que emprender, un camino que no es fácil, pero puede dar muchos beneficios. Sobre el emprendimiento hay muchos mitos, y lo peor es que mucha gente se los llega a creer, ofreciendo una visión que no corresponde con la realidad. En Forbes nos desmontan ocho.
1. Los emprendedores no abandonan
Aunque parezca lo contrario, abandonar es lo que hace emprendedor a un verdadero emprendedor. Para empezar, para que una persona se convierta en emprendedor, tiene que dejar su trabajo actual, lo que significa que en este punto tiene que hacer su primer abandono. Por otro lado, también hay un gran número de emprendedores que tienen que dejar su aventura empresarial. Si empiezan un negocio pésimo al final tienen que renunciar y marcharse. Elon Musk (Co-fundador de PayPal, SpaceX y Tesla Motors) se rindió y abandonó, Steve Jobs también. Ambos son estrellas en el mundo de los negocios, todos les conocemos, pero se movieron de un trabajo a otro, dejaron uno para empezar otra aventura.
Así que no hay nada malo en abandonar, hacerlo no va a significar que has fracasado, puede ser el primer paso a otra cosa que te va a taer muchos más beneficios gracias a tu sacrificio.
2. Los emprendedores saben exactamente lo que quieren y cómo conseguirlo
Tal vez algunos emprendedores tengan un objetivo claro y un buen plan para llegar allí, pero no es lo normal. De hecho, la mayoría no tiene ni idea de cómo conseguir sus metas y se sienten muy perdidos al principio. Emprender es un proceso lento y que consiste en intentarlo una vez, fallar, volver a intentarlo y lograrlo, intentarlo de nuevo y seguir intentándolo.
Muchas veces, los emprendedores simplemente no saben qué hacer. Ellos siguen su intestino, pero eso tampoco es plan.
3. Los emprendedores son sus propios jefes
Nadie es su propio jefe. Todo el mundo tiene a alguien al que hay que presentarle un reporte. Vamos a prescindir de la idea de que algún día serás un empresario que cargará todo el trabajo en su persona. La mayoría de las veces, tu negocio se convierte en tu nuevo jefe. Es cruel, exigente, sin corazón, y requiere días de trabajo de 15 horas, y cero tiempo de vacaciones.
Si por ejemplo tienes un negocio de consultoría, tus clientes son tus jefes y si tienes una startup que acaba de obtener una inversión, los inversores son tus nuevos jefes. Nadie se libra de tener que dar explicaciones a alguien, y mientras estás en ello, el espíritu empresarial no necesariamente va a producir un equilibrio entre el trabajo y la vida utópica con la que tanto soñabas.
4. Los emprendedores tienen que estar conectados entre ellos
¿Alguna vez has escuchado este dicho: «No importa lo que sabes; importa a quién conoces»? Si quieres tener éxito como emprendedor no creas en esa frase. Piensa por ejmplo en los inmigrantes que llegan a un nuevo país para emprender y a menudo lo hacen sin conocer ese sitio y sin ningún tipo de contactos. Quizá ellos tengan más probabilidad de convertirse en emprendedores de éxito.
Algunos nombres que son ejemplo de todo esto son Sergey Brin (Google), Liz Claiborne (Imo), Andrew Grove (Intel), William Segar (Clarín), Andy Bechtolsheim y Vinod Khosla (Sun Microsystems), y Jerry Yang (Yahoo!). Estos son solo algunos de los emprendedores nacidos en otra país y que llegaron a Estados Unidos donde crearon grandes empresas que todo el mundo conoce.
Los emprendedores que se dan cuenta de que lo de los contactos es un mito, se ven obligados a depender de ellos mismos, de su propio valor y determinación, lo que finalmente les acaba dando el éxito por el que trabajan sin la ayuda o seguridad de tener a terceras personas.
5. Los emprendedores suelen ser ricos
No, esto no suele ser así. Es cierto, que algunos empresarios han llegado a hacerse ricos, pero en sus inicios no lo eran. De hecho, incluso una vez que el negocio está en marcha, los emprendedores no son los peces gordos que la mayoría de la gente piensa. Según un estudio realizado por American Express en 2013, el salario promedio del emprendedor era de 68.000 dólares anuales.
Es cierto, que se puede ser rico en algunos aspectos, pero no lo suficiente como para tener un avión privado y llevar un lujoso estilo de vida. Pero luego podemos ver como algunas personas consiguen su título de Máster o MBA y nada más bajarse de recoger su título ya tienen un puesto de trabajo y un buen sueldo.
Aún así, no nos engañemos, el espíritu empresarial no es para este tipo de gente y tampoco conseguirían generar riqueza. Hay que estar hechos de otra pasta.
6. Ser emprendedor requiere enormes recursos financieros
Algunas personas tienen la idea de que como se inicia un negocio, el que lo hace tiene que tener un montón de dinero. Y para conseguirlo les toca negociar con inversores o business angels, y eso no es algo sencillo.
La realidad, es que la mayor parte de la «financiación» de un empresario llega de su propio bolsillo. Como explicó Guy Kawasaki, muchas startups necesitan alrededor de 25000 dólares cuando comienzan.
Y, ¿qué pasa con los inversores que va a otorgar millones de dólares en esa buena idea? Es un mito. La mayoría de los bussiness angels son personas comunes y corrientes que consiguen algún dinero. De hecho, el 32% de ellos tienen ingresos de 40,000 dólares o menos. A ese nivel, te puedes ir olvidando de los Rolls Royce.
Entonces, ¿cómo puede un emprendedor obtener financión? Muchas veces no lo hacen. Ellos empiezan poco a poco, aprovechan los recursos que tienen y cuando tienen un buen proyecto bien asentado entonces empiezan a buscar financiación.
7. Emprender es divertido
Sin duda, el espíritu empresarial es divertido. A los emprendedores les encanta lo que hacen y suelen disfrutar con su trabajo, pero no es ningún secreto que el espíritu empresarial es muy duro, casi insoportable a veces.
Los altibajos de la iniciativa empresarial suelen afectar a la vida personal. Es cierto que existen los buenos tiempos, pero no hay que olvidarse que también hay malos momentos. La diferencia es que los malos suelen ser muy malos y los buenos mucho mejores. Pero eso de decir que es diversión constantemente como que no.
8. Los emprendedores siempre asumen grandes riesgos
En nuestra cultura, hemos desmitificado toda la idea de riesgo. Hoy en día, «riesgo» es comprarse una casa, o entrar en un ascensor, o, incluso, conducir al trabajo en coche, pero no invertir o dejar el trabajo de tu vida.
¿Son todas esas cosas verdaderamente arriesgadas? Si es así, entonces la vida es riesgo.
Para mucha gente los emprendedores asumen riesgos porque para ellos es salir de una zona de seguridad. Pero tal vez el emprendedor asume esos riesgos para romper con las reglas establecidas en la sociedad o porque no está de acuerdo con muchas cosas. En cualquier caso esos riesgos son decisiones calculadas, apoyadas en datos y perseguidas con una gran determinación. No se hacen porque si.
Conclusión
Yo creo que si alguien aspira a emprender, debería directamente desterrar estos mitos de su cabeza. Estamos acostumbrados a clasificar todo, hacer listas, enumerar las características o rasgos de los emprendedores de éxito, y eso es una tontería. Los emprendedores son personas que rompen con lo establecido y para conseguir tener éxito quizás lo que debas hacer es romper con todo lo que siempre has creído sobre el emprendimiento.
