El Galaxy Book S es un portátil con el que Samsung ha priorizado la movilidad, la autonomía y el valor de estar siempre conectados. Como ya vimos en su momento este equipo utiliza un SoC Snapdragon 8cx de Qualcomm, dispone de conexión 4G LTE y tiene un peso inferior al kilogramo (960 gramos, para ser más exactos).
Su sistema operativo es Windows 10 sobre ARM, una versión que ha mejorado mucho con el paso del tiempo y que ofrece un rendimiento y una experiencia de uso bastante buena, lo que significa que podemos utilizarlo sin problemas en casi cualquier tipo de entorno profesional.
El caso es que Samsung ha decidido ofrecer una alternativa a aquellos que busquen una solución más potente, y ha presentado una versión del Galaxy Book S equipada con un procesador Intel Core i5-L16G7, basado en la arquitectura Intel Lakefield que integra una configuración bastante curiosa a nivel de CPU, ya que monta un núcleo de alto rendimiento Sunny Cove (Ice Lake en 10 nm+) a un máximo de 3 GHz y cuatro núcleos Atom de bajo consumo basados en la arquitectura Tremont, fabricados también en proceso de 10 nm.
La GPU que integra este procesador es una Intel Iris Plus Graphics G7 con 64 unidades de ejecución, una solución bastante potente que utiliza la arquitectura Gen11 y que debería ofrecer un buen rendimiento en aplicaciones y entornos gráficos que no sean demasiado exigentes.
El resto de las especificaciones del Galaxy Book S de Samsung equipado con el chip Intel Core i5-L16G7 se mantienen casi idénticas a las de la versión con Snapdragon 8cx. Tiene la misma pantalla de 13,3 pulgadas, mantiene los 8 GB de memoria LPDDR4X, la unidad de almacenamiento de 256 GB y todas las conexiones. Su peso es un poco más contenido, ya que se sitúa en 950 gramos, y carece de conectividad 4G, aunque a cambio integra Wi-Fi 6 y no está limitado a Wi-Fi 5.
No ha trascendido el precio de venta ni la fecha de disponibilidad, pero no debería diferir mucho de la versión con Snapdragon 8cx.